8 de abril de 2017

horrible

debe ser horrible escuchar otra bomba que cae en la esquina llena de escombros o en la terraza del edificio a punto de desmoronarse acribillado de balas y morteros debe ser horrible pensar después de la explosión que esta vez no fue tan grave y que no hace falta esconderse debe ser horrible que justo después de la explosión empiece el mareo y que la cabeza quiera explotar como la bomba debe ser horrible creer por un momento que esa bomba pueda ser inofensiva debe ser horrible no poder entender las reglas del juego de los grandes mientras el gas se pega a la piel a la ropa a las mucosas debe ser horrible sentir picazón por todos lados como la cara las manos los pies debe ser horrible sentir que pican la garganta los ojos los pulmones y la sangre debe ser horrible querer rascarse los pulmones y la sangre y no poder debe ser horrible pretender respirar cuando los pulmones se endurecen y las mucosas se cuartean debe ser horrible sentir la asfixia que avanza un poco más en cada intento de inspirar debe ser horrible el dolor de las tripas desgarrándose y de la hiel subiendo por el esófago dificultando todavía más el respiro que ya se apaga debe ser horrible el último segundo el último instante del último segundo de vida de una criatura de unos pocos años de cualquier criatura sin importar los años que se muere envenenada por el gas tóxico que alguien puso en una bomba infame y la largó sobre la población así de horrible es la bomba más infame de todas las bombas