Al ras del suelo
Alejandro Luque
Alejandro Luque
–Dejame a mí –creo entender de tu susurro. Y digo creo porque, al mismo tiempo que me hacés vibrar el tímpano, me sobás, casi que me mordés el lóbulo de la oreja. Estábamos en el cielo mientras éramos vos y yo hasta que devine la posibilidad de ese abismo en frente de mí.
Trigésimo noveno piso y tus dedos dentro de mi boca. Te apoderás de mis brazos como si fueras dueña y señora. Los alejás de mi torso y los amontonás –sí, lo siento así– por encima de mi cabeza. Por eso tengo tus pezones que me rebotan sobre los labios.
Vigésima séptima planta, y tu lengua que me recorre desde la punta de la nariz hasta esa oquedad ridícula del ombligo. Te detenés por unos segundos, quizá entre el piso veintidós y el veintitrés, y me lamés en línea horizontal, te enredas entre los primeros indicios del pubis, y tus manos comienzan a buscar, a tantear el terreno oscuro y desquiciado que se debe colonizar. Pero me pregunto si sabés lo que pienso sobre el colonialismo.
Fragmento del cuento incluido en la antología Elementos Básicos del autor, disponible en breve.