16 de septiembre de 2010

Helor Doble

 Fotomontaje del biologuero

Helor doble
Alejandro Luque

Cuando cayó desde la altura de su hegemonía, se escuchó un hum en vez de un pum. Y debe de haber sido la peculiaridad de esa hache lo que enmudeció a quienes presenciaron el derrumbe. Estaban, unos oportunamente y otros a modo de alfombra, todos hartos de los paracaídas dorados y de la impunidad salvaje del poder financiero. De hecho, el mundo casi  por entero estaba sediento de humanidad y decididamente hastiado de tanta especulación irracional. De forma inevitable, tuvieron que enterrarlo allí mismo donde apoyó el culo y todo se secó con todos los honores nauseabundos pertinentes. Pero la hecatombe climática que sobrevino después se encargó de no dejar rastro alguno del ceremonial ni de su tumba, como suele suceder con  la irracionalidad de todos los excesos mortales.

4 comentarios:

Liliana Monetti dijo...

descripción de la caída de una deleznable dictadura? pregunto...

Alejandro Luque dijo...

Sí, claro. Vida, desarrollo y muerte de la deleznable dictadura del capital obsceno y sus dedos fríos que lo congelan todo, hasta las posibilidades. ;)

Liliana Monetti dijo...

entendido!! tristemente comprendido, digamos... :(

Adela Inés Alonso dijo...

Así es nomás, tal cual como lo decís, por esa peculiaridad de la “h”, que aun siendo tan muda,como nos enseñaron,frente a la hegemonía, hastiada y harta humanidad, a veces vive y siente y expresa tan fuerte, ese helor.
Excelente Alejandro.
Un beso,
Adela