1 de julio de 2006

Rayagüer


Línea 13 del metro parisino, foto del biologuero

Rayagüer
Alejandro Luque

Era tarde y estaba cansado. El tufo de neurastenia ciudadana terminaría por darme asco y me vendería el billete que siempre compro: el deseo de un viaje que sea corto. Pero el tumulto apurado e insolente en el autobús de las siete nos puso uno pegado al otro, y deseé que el viaje fuera largo. Fue mi mano la primera en despertarse. Fue el giro casi imperceptible de tu cabeza que nos volvió a la vida. Adelanté unos centímetros kilométricos mi cadera y la tuya me recibió con su resistencia micrométrica. Bailamos un rato el ritmo ajetreado del viaje mordiéndonos el jadeo. Tu mano luchó entre los intersticios de miles de extremidades hasta alcanzar la bragueta que ya no podía contener nada más. 

Fragmento del cuento incluido en la antología Elementos Básicos del autor, disponible en breve.

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