8 de agosto de 2009

Diferenciación Terciaria



Diferenciación terciaria

Alejandro Luque


Por mucho que la mujer que más amaba en el planeta intentaba consolarlo, Walter se hundía en una depresión sin salida. En menos de un mes su pene había perdido casi dos centímetros en reposo, y más de seis durante las cada vez más raras erecciones. El urólogo, la oncóloga y el fisioterapeuta intranquilizaban aún más con sus gestos inocultablemente azorados; proponían incomprensibles tratamientos hormonales y el implante quirúrgico como última alternativa. Cuando decidieron ir a ver al curandero de Sierra de la Ventana, los testículos de Walter ya se habían reabsorbido casi completamente al punto de que la bolsa escrotal, replegada en dos como un capullo, recubría una excrecencia del tamaño de una perla. El curandero ahumó la habitación y preparó una mezcla de hierbas que olía muy mal. Su mujer fue quien las recogió como a su marido para llevarlo de regreso al coche.

Fragmento del cuento incluido en la antología Elementos Básicos del autor, disponible en breve.

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